PERFECTAMENTE IMPERFECTA: MI LUCHA CON EL SÍNDROME DEL IMPOSTOR

A veces me siento promedio, como si lo que hago no valiera nada frente a los demás. Este articulo es mi manera de desnudar este sentir, de reconocer al impostor interno que me susurra que no soy suficiente... y de empezar a descubrir la fuerza de ser perfectamente imperfecta.

REFLEXIONES

Mi talento imperfecto.

No puedo explicar del todo este sentir, pero intentaré ponerlo en palabras.

Hoy, mientras veía el atardecer desde el ventanal de la oficina, pensé en la cantidad de personas que allá afuera viven sus vidas como yo. Me pregunté cuántos talentos aún estarán escondidos entre edificios y callejones, esperando ser descubiertos.

por un momento deseé tener un talento que pudiera mostrarle al mundo. Pero enseguida apareció esa voz que me dice que soy promedio, que siempre habrá alguien mejor.

Recordé las cosas que disfruto: leer, escribir, dibujar, pintar. Y pensé en lo maravilloso que seria que alguna de ellas fuera mi gran talento. Pero me saboteaba a mí misma, diciéndome que no era suficiente, que lo mío era mediocre.

¿Cuántos estarán viviendo lo mismo en esta selva de cemento?

¿Cuántos construyen en silencio porque les avergüenza mostrar lo que hacen?

hace poco mientras hacía scroll en redes sociales, vi un video donde alguien criticaba a quienes dicen "si yo pude, tu también puedes". y entendí algo: Tanto quien lo dice como quien lo rechaza hablan desde la inseguridad. Desde la dificultad de reconocerse capaces. Lo que para unos es algo enorme, para otros parece nada. Y viceversa.

Entonces decidí callar esa voz interna que menosprecia mis pasos. Sí, hay personas mejores que yo, pero nadie es exactamente como yo. Otros pueden hacer lo mismo, quizá mejor, pero nunca de la misma manera.

Ahí está lo realmente importante: Mi talento es ser perfectamente imperfecta.

De esta manera empecé a reconocer mi síndrome del impostor y a transformar mis inseguridades.

Quizá ese también sea tu camino.

-Me encantaria leerte...

Tú, ¿cómo enfrentas tu síndrome del impostor?

Auren...