Reflexiones de Vida

Un espacio para compartir reflexiones y emociones que nos hacen sentir más conectados con nuestra humanidad.

Forzando la cerradura.

Tengo muchos pensamientos dando vueltas en mi cabeza, empujando como si quisieran forzar la cerradura de mi mente para escapar.

Cuando dejo salir algunos, siento una sensación extraña en la palma de mi mano izquierda, que se replica en lo que creo que es mi corazón. No duele, pero me resulta desconcertante. Respiro profundo, observo lo que me rodea y Pienso en lo efímero de todo: incluso estando en "mi casa", rodeada de "mis cosas", sé que nada de esto me pertenece.

Entonces aparece la idea de la muerte, no es más que una transformación inevitable. Recuerdo las miles de veces que he muerto en esta vida y, con cada muerte, las otras miles de veces que he vuelto a nacer.

Por primera vez, imagino que de debe ser reconfortante formar parte de todo y, a la vez, no estar en ningún sitio, como si mis átomos se dispersaran por el universo y hubiera un poco de mí incluso en la respiración de los demás. En momentos así, muchas de las cosas por las que me esfuerzo pierden sentido. Estos pensamientos, que se entrelazan unos con otros como si fueran de la mano, buscan ser coherentes y lógicos, dejando entrever una tristeza que roza la depresión, contenida todavía por el miedo y la razón.

Auren...

a blue door is open on a blue building
a blue door is open on a blue building

¡Ni lo culpo ni me culpo!

Una vez llegue a sentir una dependencia emocional por un ser al que luego definí como manipulador y ventajoso. Aunque puede que esta persona se considerase a si mismo como inteligente y sagaz.

Supongo también que sin quererlo o tal vez con toda la intención, este ser complementaba a la perfección todas mis carencias emocionales. ¡Ni lo culpo ni me culpo! Porque creo que sin importar cuales sean las acciones de una persona, estas siempre están motivadas por intereses propios, incluso los actos más bondadosos y altruistas.

En consecuencia, no existe una sola persona completamente desinteresada. Lo único que cambia es que dichos intereses pueden considerarse buenos o malos según las propias creencias, costumbres o sesgos culturales. Por lo que el acto mas generoso de ayudar a alguien que lo necesita, puede generar la misma satisfacción emocional que hacerle daño a quien no te agrada, con esto no quiero decir que sea adecuado lastimar a alguien que no es de tu agrado, solo quiero destacar que en el fondo, la motivación en ambos casos podría ser similar: buscar una sensación propia de bienestar o alivio.

Si aceptamos que toda acción humana nace de algún interés personal, podemos decir entonces que Sor Teresa de Calcuta como Adolf Hitler actuaron motivados por lo que creían que les daba un sentido de bienestar y propósito. Aunque sus actos fueron completamente extremos opuestos.

¿A donde quiero ir con todo esto? ¡Bueno! solo quiero describir un poco lo que hoy considero realista y es que en cada acción, hay un beneficio interno, ya sea satisfacción, orgullo o bienestar y que entre el egoísmo y altruismo no existe una separación clara y definitiva, porque muchos de nuestros comportamientos, tienen un poco de las dos al mismo tiempo. Después de todo esto, te puedo decir que en todos mis actos y en los actos de la otra persona por la que sentí aquella dependencia afectiva, hubo mucho egoísmo, pero por alguna razón, también existió algo de bondad.

Ya para terminar, te diré que recuerdes no tomarte todo tan personal, porque cada persona carga con lo suyo propio, concéntrate en sobrellevar y contemplar lo que realmente te pertenece: Tus pensamientos, tus acciones y tus emociones. Da lo mejor de ti y solo observa las reacciones de los demás para aprender de ellos porque estas te podrían dar una visión mas clara de lo que realmente son.

Auren...

a pair of hands reaching out to each other
a pair of hands reaching out to each other

Reflexiones

Momentos que nos hacen sentir y ser más humanos.